El Salto, geografía de la mirada

  • Inauguración Thursday 11 September, 2014
  • Jueves 11 de septiembre | 7-10pm

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Exposición El Salto, geografía de la mirada
Proyecto de investigación–creación Profesores del Departamento de Artes Visuales, Pontificia Universidad Javeriana
Diego Benavides y Mateo Pérez
Inaugura jueves 11 de septiembre de 7-10pm
septiembre 11 – octubre 4
martes a viernes 10am- 5pm; sábados 1-4pm
Espacio Odeón; Carrera 5 # 12C – 73 (Ave. Jiménez con 5ta)
Donación sugerida de $5,000

El Salto del Tequendama como paisaje es un fenómeno complejo donde intervienen determinaciones de la mirada con ciertos elementos políticos. Su representación data de finales del siglo XIX con los primeros viajeros y expedicionarios y ha continuado por casi dos siglos en ciertos lugares de la literatura y de la imagen. También es un lugar que se ha posicionado en nuestro imaginario y en el contexto histórico como uno de los sitios dentro de Colombia con más tensiones sociales y culturales. El Salto no es únicamente ese paraje muchas veces de tránsito, sino que se ha convertido en el ejemplo perfecto de cómo un paisaje ha podido ser al mismo tiempo la representación de la gloria y la magnificencia, pero también del deterioro y de la desidia.

Esta exposición, producto de un proyecto de investigación de los artistas Diego Benavides y Mateo Pérez, busca dentro de todo este contexto hacer visible las paradojas de este paisaje en específico.

“El Salto no es únicamente ese paraje muchas veces de tránsito, sino que se ha convertido en el ejemplo perfecto de cómo un paisaje ha podido ser al mismo tiempo la representación de la gloria y la magnificencia, pero también del deterioro y de la desidia.”

A partir de una serie de fotografías, dibujos, videos y algunos objetos relacionados con el Salto, se evidenciarán ciertos puntos de tensión característicos de este lugar: el Salto como un paisaje majestuoso y que atrae la mirada de los turistas, el Salto como un ícono histórico de la nación, pero también el Salto como vertedero de la incontrolada contaminación del río Bogotá y como un abismo propicio para saltar al vacío.

Agradecimientos